A fines del siglo XIX era atravesado a lomo de mula y Guane permitía la intersección con los caminos que llevaban a Los Santos, Bucaramanga, Zapatoca, San Vicente de Chucurí y Barrancabermeja, también conectaba la región con Boyacá y Bogotá, por el otro. El Gobierno de la época, a cambio de sus servicios, le cedió a Lengerke los peajes, que cobraba en los puentes que se construyeron. La suma la fijaba según el peso, la cantidad de mulas y los productos que llevaban. Fue una época en la que los caminos estaban llenos de vida, los trayectos se llenaron de posadas que ofrecían comida y techo a los viajeros y y sus animales, lo mismo que mujeres que aliviaban la rudeza del camino. Lengerke administraba todos los negocios y de ellos obtuvo su prosperidad. Por Ordenanza No. 021-2006, entre muchos temas se prohíbe destruir todo Camino Real y mejorar los existentes. Dos municipios, San Vicente de Chucuri y Los Santos, han declarado por Acuerdo sus caminos históricos como Bienes de Interés Cultural Municipal.